Biografía De Sor Juana Inez De La Cruz
(1651-1695)
Juana Ramírez de Asbaje, mujer del siglo XVII
novohispano, ha sido conocida por su nombre religioso como Sor Juana Inés de la
Cruz, nombre que se relaciona también con otros dos famosos epítetos que llevó
en vida la monja jerónima: Décima Musa y Fénix de México. Los años de
nacimiento y muerte han sido discutidos, sin embargo, después de varios
estudios se puede concluir que nació el 12 de noviembre de 1651 (se pensó
durante mucho tiempo en la fecha de 1648); murió el 17 de abril de 1695.
La semblanza familiar de la niña Juana Inés
comienza con la llegada de sus abuelos maternos, Pedro Ramírez de Santillana y
Beatriz Rendón quienes, al parecer venían de Sanlúcar de Barrameda (Andalucía)
y se instalaron entre los pueblos de Huichapan y Yecapixtla. De esta pareja
nació, entre once hijos, la que fuera madre de la poetisa, Isabel Ramírez quien
después conoció en San Miguel Nepantla al capitán (de origen vasco) Pedro
Manuel de Asbaje y Vargas Machuca, con quien procreó a tres mujeres: María,
Josefa y Juana Inés. Tiempo después el capitán Asbaje desaparece de la vida de
Isabel Ramírez, uniéndose esta mujer a otro capitán de nombre Diego Ruiz
Lozano, con quien procreó otros hijos: Diego, Antonia e Inés.
La niña Juana Inés creció principalmente entre
las haciendas de Nepantla y Panoaya junto a su abuelo materno quien sembraba
maíz, trigo y criaba ganado; se sabía que para la labranza ocupaba algunos
esclavos (negros y mulatos). Los abuelos maternos de Juana Inés murieron entre
los años 1655 y 1657, haciéndose cargo por completo de las haciendas la madre
de Sor Juana. Hacia estos años van naciendo sus tres medios hermanos. Ella
compone su primera Loa al Santísimo Sacramento hacia 1657. Según datos de su
biógrafo, el padre Calleja, Juana Inés pudo haberse trasladado a la capital del
reino desde los ocho años de edad, sin embargo, se tienen noticias más certeras
a partir de los quince años de la jovencita.
La vida de Juana Inés cambiará en la muy leal y
noble ciudad de México. Primero llegó a casa de su tía María, donde aprendió
labores femeninas y al mismo tiempo empezó a recibir sus primeras lecciones de
gramática latina con el bachiller Martín Olivas. Tiempo después se sabe que
ingresa a la Corte Virreinal hacia 1665 y el 14 de agosto de 1667 ingresa al
convento de San José de carmelitas descalzas, el 18 de noviembre del mismo año
lo abandona, se cree que fue por motivos personales de no aceptar las durezas
de la orden teresiana.
Hacia el año de 1668, en febrero, Juana Inés
ingresa como novicia al convento de San Jerónimo, de las hijas de Santa Paula
(fundado desde 1585) y donde se practicaba la regla de San Agustín. Profesa
como religiosa en este mismo convento el 24 de febrero de 1669. Una primera enfermedad
del tifus la pone en verdadero peligro hacia los años de 1671 o 1672. En este
lugar pasará el resto de su vida la joven monja, aproximadamente 27 años, de
los cuales sobresalió más que en el ejercicio religioso (que cumplía
cabalmente) en la escritura y en la administración del convento del que fue
contadora durante nueve años. Estos fueron años en que sor Juana convivió
fraternalmente con los marqueses de Mancera, a quienes quería mucho y dedicaba
parte de su poesía. Hacia el año de 1674 morirá la que fuera su protectora La
marquesa de Mancera, Leonor Carreto (en Tepeaca, Puebla, rumbo a Veracruz).
El año de 1680 será muy significativo para la
ciudad virreinal así como para la monja jerónima, ya que compone el Arco
Triunfal del Neptuno alegórico de los virreyes recién llegados, los marqueses
de la Laguna. A partir de este momento la fama de la monja jerónima así como su
madurez en las letras van llegando de uno en uno, además de recibir apoyos
económicos para sus proyectos personales y conventuales.
Su buena relación con la Corte le permitió
escribir más cada día. Para 1676 se publicaron algunos de sus villancicos que
continuarían hasta 1691. La mayor parte de su obra se publicó en un volumen en
Madrid, conocido como la Inundación Castálida de 1689. En esta edición española
se dan a conocer todos los poemas bellísimos de Sor Juana que ya la habían
consagrado más que como monja como una poeta de la vida, del amor y de los
requiebros de los desamores, podemos encontrar sus conocidos sonetos, romances,
redondillas, endechas, liras y otros géneros líricos. Además de su poesía, sor
Juana escribió dos comedias de teatro, Los empeños de una casa (se estrenó en
1683) y Amor es más laberinto. La primera es una obra que se debe toda a la
escritora y la segunda la hizo en colaboración con Juan de Guevara (quien
escribió el acto segundo). Las dos son típicas comedias de capa y espada o
también llamadas en la península comedias de enredo, tienen el sabor del
verdadero teatro de los siglos de oro españoles con tintes que van desde el
teatro nacional de Lope de Vega hasta el teatro más complejo de Calderón de la
Barca. De este último dramaturgo español también encontramos correspondencia
con el otro gran género trabajado por la jerónima, se trata de tres autos sacramentales
que escribiera Sor Juana: El cetro de José, El mártir del sacramento, san
Hermenegildo y El divino Narciso (publicación en 1690). El primero de los autos
sacramentales de carácter bíblico, el segundo histórico y el último mitológico.
Sor Juana escribe en el año 1690 la conocida
Carta Atenagórica, cuyo nombre original fue La crisis de un sermón en donde
contesta un famoso sermón del padre portugués Antonio Vieyra (predicado en
Lisboa desde 1650) y donde replica acerca de las finezas de Cristo, carta que
le costó un fuerte regaño y duras aseveraciones sobre su vida religiosa y sus
ratos de ocio en la escritura por parte del Obispo de Puebla, cuyo seudónimo
fue para la ocasión del regaño el de Sor Filotea de la Cruz. Para contestar la
carta del Obispo Manuel Fernández de Santa Cruz.
En la Respuesta a Sor Filotea de 1691, pueden
conocerse varios datos biográficos e intelectuales de Sor Juana, aquí ella
declara haber escrito por propio gusto un papelillo “que llaman El sueño”.
Poema filosófico de 975 versos escritos en una silva que sigue los modelos
retóricos de la época. Se ha señalado que pudo haber sido a semejanza del de
Góngora, Las soledades. No obstante, la intención en este poema es la de
plasmar un viaje del conocimiento y la impotencia de poder poseer todo al final
del mundo iluminado.
Hacia el año de 1692 se publica el segundo volumen de
sus obras, y a continuación (1692-1693) escribe sus interesantes Enigmas para
la Casa do placer de las monjas portuguesas. Muy pronto en 1693 encontramos ya
una separación rotunda y un retiro en la monja escritora, deja ya de acudir al
locutorio e inicia un silencio sin retorno. Por último en el año anterior a su
muerte en 1694 ratifica sus votos religiosos y para el año de 1695, el 17 de
abril, muere como consecuencia de la típica enfermedad epidémica de la época,
el tifus. Se le sepulta en el coro bajo de la iglesia del templo de San
Jerónimo, actualmente ex templo de San Jerónimo de la Universidad Claustro de
Sor Juana. En 1700 se publican en Madrid sus Obras póstumas.
- Ver en siguiente video didáctico.
Análisis y Tarea
El poema siguiente es ahora tal vez uno de los más famosos de Sor Juana.
Instrucciones:
Leer cuidadosamente el poema, prestando atención a cada estrofa.
“[Hombres necios que acusáis]”
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión,
de lo mismo que culpáis:
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
por qué queréis que obren bien,
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia,
y luego, con gravedad,
decis que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais,
y en la posesión, Lucrecia.
Qué humor puede ser más raro
que el que falto de consejo,
él mismo empaña el espejo,
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.
Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel,
a una culpáis por cruel,
y a otra por fácil culpáis.
Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?
Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere,
y quejaos en hora buena.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades, alas,
y después de hacerlas malas,
las queréis hallar muy buenas.
Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada,
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga,
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?
Pues para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis,
o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia,
juntáis diablo, carne y mundo.
Audio
Recuerda las siguientes fechas
(Tarea 1 Julio 1 de 2013)
- Escribe un resumen en prosa de cada una si te ayuda.
- Si no sabes quién es Lucrecia, por ejemplo, busca esta figura en un diccionario de literatura.
- Escoge los 3 momentos más importantes del poema y decide por qué has escogido ésos en particular.
- Puedes localizar lenguaje literario que funciona especialmente bien en tu opinión?
Al analizar el poema, piensa en qué manera se puede comparar con lo que hemos visto hasta ahora en términos temáticos y formales.
- Escribe cuál es tu reacción al poema.
- Cómo es que una mujer podría escribir esto en esa época?
- Crees que había repercusiones para ella?
- Qué le permitiría escribir esto?
- Algo en el poema mismo?
- Algo extra-poético (fuera del poema)?
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